martes, 6 de noviembre de 2007

LA FIEBRE NAVIDEÑA

Hace unas semanas comenzó la invasión de una serie de productos que se dejan ver en los escaparates de ciertas tiendas, cada vez más, que buscas captar la atención de un grupo cada vez más extenso de fanáticos de la navidad.
Sí, sí, nosotros mismos.
Es esa época del año tan especial en la que el consumismo se apodera de nuestro cerebro, que es manipulado vilmente.
Durante los próximos meses seremos testigos de los anuncios más imaginativos de las grandes empresas como pueden ser carrefour o el corte ingles, que tratan por todos los medios de hacernos creer que, comprando sus productos navideños nos sentiremos mejor y solo de esa manera podremos vivir plenamente la navidad.
Pero esto no es lo mejor, NOOO. Lo mejor es que nosotros nos lo creemos y todo el sueldo de diciembre lo gastamos en regalos y comidas.
Ahí quería llegar yo, y es que esa costumbre de comer por navidad lo que no se podía conseguir durante el resto del año, ya se ha perdido, actualmente compramos marisco y carne... Solo por el hecho de que hay que cenar más en estas fechas. A mí, sinceramente, me parece una estupidez, porque la misma cantidad de comida comprada en navidad, te sale más cara que si la compras unos meses antes.
Lo más gracioso de todo esto es que, a pesar de que mucha gente crítica el consumismo navideño, luego llega diciembre y compra regalos y detallitos como los demás.Pero que le vamos a hacer, vivimos en una sociedad de consumo en la que desde pequeños nos han enseñado que “para ser felices” tenemos que gastar. Es un circulo vicioso, nuestros padres nos enseñan a gastar y nosotros se lo enseñamos a los nuestros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanta razon veo en tus palabras pero de nada nos servirá mientras nos maneje esta sociedad de consumo que conoces tan bien.

Activ@.TiC dijo...

Magnífico post, Susana, y muy oportuno, adelantándote a la invasión.
Me parece también fenomenal cómo te ha quedado el enlace a tu blog. Que todos se enteren que tienes muchas cosas que decir.

Saludos cordiales.
Ángel Encinas.